13 de julio de 2019 by Agencias No CommentsLa sexualidad entendida como la vivencia individual y singular de ser personas sexuadas, es el supuesto del que parte la sexología moderna como marco referencial para la comprensión del “hecho sexual humano”. Esta sexuación va a ser un proceso de desdoblamiento determinante en la construcción de la identidad sexual, constituyéndose en el núcleo estructural de la identidad personal.
Los adolescentes valencianos se incorporan al mundo de la sexualidad relacional con una biografía sexual que va a ser determinante en el modo en que van a desarrollar sus capacidades y también presumiblemente en cómo este nuevo mundo puede problematizarse.
La sexualidad y la actividad sexual son aspectos clave en este proceso madurativo de la vida. La adolescencia es un periodo muy importante para promocionar estilos de vida sanos que influyan en la biografía personal y de relación con los demás. Durante la última década ha cambiado mucho la forma de entender la sexualidad. Diversual entiende este punto desde una vista actual donde el sexo es una parte más de tu salud diaria. Gracias a la sex shop tener una sexualidad sana y plena es sin duda dar un paso más hacia una vida feliz y placentera
La mayoría de jóvenes valencianos piensa que su nivel de información sobre sexualidad es suficiente, siendo los varones quienes más lo señalan, este estudio afirma cómo el 64% de los jóvenes afirma tener relaciones sexuales una o menos de una vez a la semana. Sin embargo, si tuvieran necesidad de recibir más información sobre sexualidad aunque los amigos mantienen su importancia, las respuestas se decantan hacia los profesionales sanitarios, siendo esta tendencia más llamativa en el caso de las chicas .

La inmensa mayoría, por encima del 90%, piensan que tienen una información sobre sexualidad media o alta, los varones creen algo más que las mujeres que tienen niveles altos o muy altos . En cuanto a la necesidad sentida de ampliar información sobre aspectos relacionados con la sexualidad un tercio de la población joven declara que la necesitaría sobre temas generales de sexualidad o anticoncepción, sobre la obtención de anticonceptivos o como acceder a una exploración ginecológica.
En relación a las prácticas sexuales más habituales , muestran un patrón superponible por edad y sexo, excepto cuando la respuesta es que la única práctica es la masturbación o cuando la respuesta es “no tener ninguna relación sexual”.
Los porcentajes que se obtienen en los varones, en cuanto a que la única práctica sea la masturbación, se corresponden aproximadamente a los mismos porcentajes que cuando las mujeres dan como respuesta el “no tener ninguna relación sexual”
Para ambos sexos en el grupo de edad más bajo, 16-18 años, la distribución presenta dos picos iguales. Un pico corresponde a las prácticas que incluyen besos y caricias con ropa, el tipo con menos intimidad corporal, y el otro pico corresponde a las prácticas que incluyen el coito, el tipo con mayor intimidad corporal .
Generalmente se acepta que hay ciertas cuestiones claves en el modo en que se establecen las relaciones sexuales en los adolescentes y jóvenes, que apuntan a que se están superando las barreras de las rigideces, de las asignaciones y atribuciones exclusivas a uno u otro sexo (roles sexuales) y que se corresponderían a sociedades menos plurales que la nuestra.
Si abordamos los siguientes parámetros: • “Quién inicia la relación”, es decir si existe una asignación de un papel más activo o más pasivo a uno u otro sexo. • Si es necesario tener “motivos fusionales” para establecer relaciones sexuales. • Los vínculos que se establecen con las personas con las que se mantienen relaciones sexuales, incluyendo las coitales. Los resultados son:
Para las chicas se comparte la decisión de iniciar una relación sexual mucho más que lo piensan ellos. Los varones piensan 6 veces más que las mujeres que ellos son los que toman la iniciativa . El doble de los varones que de las mujeres, dicen que “no necesitan estar enamorados” para mantener relaciones sexuales (con o sin coito), aumentando esta respuesta con la edad en ambos sexos.
Un 20% de las mujeres dicen haber mantenido relaciones coitales con alguien diferente a la pareja, si hablamos de relaciones con personas desconocidas los porcentajes son casi despreciables. En los varones el patrón de respuesta es muy diferente, el primer porcentaje es de casi el 50% y el segundo del 15% .
Las relaciones sexuales coitales son vividas con culpa en menos del 10 % de la población . Un 11,1% de las chicas y un 9,7% de los chicos manifiestan haberse sentido en alguna ocasión coaccionados a tener algún contacto sexual.
No existen diferencias significativas entre la edad media en que se declara que les ocurre, 15,85 años en el caso de las chicas y 16,03 en el caso de los chicos . El lugar que preferentemente declaran los jóvenes de ambos sexos para mantener relaciones sexuales es el propio hogar cuando no están los padres, así como el automóvil .
Cobclusión
La adolescencia suele marcar el inicio de la actividad sexual basada en la erotización de las relaciones. El conocimiento de los momentos temporales en que esto ocurre nos ayuda a comprender el proceso de socialización, al concurrir factores sexoevolutivos y sociales que son característicos del momento histórico de cada sociedad. En esta encuesta esta cuestión se ha abordado diferenciando tres aspectos:
1.- El inicio de la masturbación, entendiendo que esta actividad a partir de la adolescencia se diferencia de la masturbación infantil por los contenidos eróticos de las fantasías que la dirigen, claramente relacionales.
2.- El inicio de las relaciones sexuales que conllevan un encuentro erotizado con otra persona, incluyendo cualquier nivel de intimidad genital pero sin coito.
3.- El inicio de relaciones sexuales en las que se incluye el coito (vaginal y/o anal).
Las diferencias son significativas para las tres edades, la diferencia más marcada es para el inicio de la masturbación, dos años y medio . Hay que señalar el diferente patrón temporal secuencial que existe entre estos momentos según el sexo. En las mujeres todo ocurre en dos años y medio mientras que en los varones el tiempo transcurrido entre el inicio de la masturbación y el inicio de las relaciones coitales es de casi cuatro años y medio .
El tipo de práctica sexual más habitual está relacionado con la edad, al estar vinculada en general al grado de experiencia acumulada. La secuencia temporal lógica sería acceder gradualmente a un mayor grado de intimidad.